enero 15, 2015 by Admin_anduela
Mis recuerdos de Matabuena
A mi llegada a Matabuena paré mi vespa a preguntar a dos que estaban lavando en la charca, María Josefa y Patrocinio, exclamando María: «¡Anda!, si es el chico que sale con mi hermana Teófila». Aparqué y vi a mi chica asomada en el balcón.
Seguidamente fui a refrescarme a los bares del Sr. Bonifacio y de Lorenzo, preguntando a Paquita si se podía comer, comiéndome un cuarto de asado con vino del pellejo.
Al atardecer fui en busca de una posada, por Pradena, Cerezo de Abajo y Pedraza, no encontrando.
Teófila y yo subimos a la plaza y conocimos a los tíos; Juanete y Jacinta mujer bondadosa e inteligente, a las primas Carmen y Encarna, niña inquieta ésta. Los tíos nos obsequiaron con la merienda.
Al anochecer empezaban las fiestas y fui a sentarme al lado Sr. Juan el Zapatero, hombre honesto y maravilloso del que ya nunca más perdí su favor, al acompañarle en esas charlas tan amenas, conociendo a su mujer Agapita, prudente, callada y observadora.
De madrugada al bajar al bar de Lorenzo, se oyeron voces: » ¡Al pilón! » pero Pedro, hijo de Antonia la Sacristana gritó: «¡Dejad a Joaquín!»
Mi primera noche en Matabuena dormí en casa de la Sra. Antonia en su portada, encima de un colchón. Esa noche dormimos la familia de Pedro y los músicos, no cogía ni uno más.
Muchas gracias a todos por recordar aquel día tan maravilloso. GRACIAS.
Joaquin Carballido Rodriguez